Nota a la Dra. Florencia Colella, médica uróloga sobre el Cáncer de testículo, cuales son sus síntomas y por qué es fundamental la detección precoz.
El cáncer de testículo es una enfermedad que afecta principalmente a hombres jóvenes entre 15 y 35 años, con una prevalencia de 1 de cada 250 varones. Este tipo de cáncer, que se origina en las células germinales encargadas de producir espermatozoides, es altamente tratable y tiene buenas probabilidades de curación si se detecta a tiempo. Sin embargo, muchos hombres jóvenes evitan consultar a un urólogo debido a la vergüenza, lo que puede llevar a diagnósticos tardíos.
Los síntomas más comunes incluyen la presencia de un bulto no doloroso en el testículo, el aumento del tamaño del escroto, enrojecimiento o acumulación de líquido, así como malestar en la región genital o ingle. Aunque las causas exactas del cáncer de testículo son desconocidas, se han identificado ciertos factores de riesgo, como anomalías en el desarrollo testicular y antecedentes familiares de cáncer. La detección precoz a través del autoexamen testicular es crucial, y se recomienda que los hombres realicen este examen regularmente para identificar cualquier cambio inusual.
El autoexamen testicular se puede realizar frente a un espejo, palpitando la piel del escroto y examinando cada testículo con ambas manos. Durante el examen, se deben buscar nódulos, cambios en el tamaño o la consistencia, siempre sin causar dolor. Un examen físico realizado por un médico urólogo es esencial para confirmar el diagnóstico, junto con estudios de imagen y análisis de laboratorio que pueden detectar marcadores tumorales.
El tratamiento del cáncer de testículo generalmente inicia con una orquiectomía, que es la extirpación quirúrgica del testículo afectado. Dependiendo de los resultados de la biopsia, el paciente puede necesitar tratamiento adicional como quimioterapia o radioterapia. Aunque la orquiectomía no debería afectar significativamente la fertilidad si queda un testículo sano, es importante considerar opciones de preservación de esperma, ya que algunos tratamientos pueden comprometerla.
En conclusión, la clave para combatir el cáncer de testículo radica en la detección temprana y la consulta oportuna con un profesional de salud, lo que puede aumentar las tasas de curación y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
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