La incontinencia urinaria es la pérdida de orina de manera involuntaria. Es un problema frecuente, que a menudo causa incomodidad en quien la padece. Afecta tanto a hombres, como a mujeres.
La intensidad de la pérdida de orina es amplia, ya que abarca desde perder orina ocasionalmente cuando se tose o estornuda hasta tener una necesidad imperiosa de orinar tan repentina y fuerte que no se llega al baño a tiempo.
Habitualmente, se manifiesta con mayor frecuencia en mujeres luego de los embarazos, en los hombres luego de cirugías prostáticas y a medida que las personas envejecen; sin embargo, la incontinencia urinaria no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. También existen algunos factores externos como alimentos, bebidas y medicamentos que pueden actuar como diuréticos y provocar incontinencia urinaria en forma transitoria. Ejemplos de ellos son: alcohol, cafeína, gaseosas y agua mineral con gas, edulcorantes artificiales, chocolate, alimentos con alto contenido de especias, azúcar o ácido, especialmente los cítricos, medicamentos para la presión arterial y el corazón, sedantes y miorrelajantes y/o grandes dosis de vitamina C.
En la mayoría de las pacientes, algunos cambios en el estilo de vida o un tratamiento médico pueden aliviar la molestia o detener la incontinencia urinaria.
Síntomas
Algunos pacientes sufren pérdidas de orina menores y ocasionales y por el contrario, otros pacientes, pueden presentar pérdidas de leves a moderadas con mayor frecuencia.
Existen distintos tipos de incontinencia urinaria:
- Incontinencia de esfuerzo: la orina se escapa cuando se ejerce presión sobre la vejiga, por ejemplo al toser, estornudar, reír, hacer ejercicio o levantar algo pesado.
- Incontinencia de urgencia: se manifiesta con una necesidad repentina e intensa de orinar, seguida de una pérdida involuntaria de orina. Es probable que este paciente tenga que orinar con frecuencia, incluso durante toda la noche. Puede deberse a varias afecciones, como infección, aumento de tamaño de la próstata, o enfermedades sistémicas, como las que afectan el sistema nervioso y/o diabetes.
- Incontinencia por rebosamiento: el paciente presenta goteo de orina frecuente o constante debido a que la vejiga no se vacía por completo.
- Incontinencia funcional: se da por un deterioro físico o mental , que impide que el paciente llegue al baño a tiempo. Por ejemplo; si tienes artritis grave, es posible que no puedas desabotonarte el pantalón rápido.
- Incontinencia mixta: se da en aquellos pacientes que presentan más de un tipo de incontinencia urinaria.
Otro tipo de incontinencia es la Enuresis, que es la pérdida involuntaria de orina, pero que se manifiesta cuando el paciente esta dormido.
Diagnóstico
La importancia de determinar el tipo de incontinencia urinaria que el paciente presenta, se debe a la buena elección de su tratamiento, ya que esta es fundamental para lograr buenos resultados.
La información de los síntomas servirá para guiar las decisiones del tratamiento que el Médico Urólogo indicara. Para ello, el Médico necesita una revisión exhaustiva de la historia clínica del paciente, acompañada de una exploración física, en donde probablemente le pida que haga una maniobra sencilla que pueda demostrar la incontinencia, como por ejemplo toser.
Pueden llegar a ser necesarios estudios complementarios, como por ejemplo de laboratorio o de imágenes para completar el diagnóstico. Si se necesita más información, el médico puede recomendarte pruebas más complejas, como una cistoscopia, un estudio urodinámico, entre otros.
Tratamiento
El tratamiento propuesto por el Urólogo, dependerá del tipo de incontinencia que el paciente presente. Actualmente, los tratamientos ofrecen una variedad de opciones, desde las terapias kinésicas, los medicamentos, la energía electromagnética para estimular los músculos profundos del suelo pélvico (EMSELLA), cirugías mínimamente invasivas y las cirugías convencionales.
El Urólogo definirá el tratamiento de la incontinencia urinaria dependiendo del tipo de incontinencia del paciente.
Es probable que se indique al paciente una combinación de tratamientos. Por ejemplo:
- Entrenamiento de la vejiga, para prolongar el tiempo de retención urinaria entre las necesidades actuales de ir a orinar.
- Orinar dos veces, que significa orinar y esperar unos minutos para volver hacerlo.
- Horarios programados para orinar.
- Cambio de hábitos, como limitar o evitar el alcohol, la cafeína y los alimentos ácidos, reducir el consumo de líquidos, bajar de peso y realizar actividad física.
Medicamentos
Existen diversos tratamientos disponibles para ayudar en el manejo de la incontinencia urinaria:
- Tratamientos que relajan los músculos de la vejiga, ayudando a reducir la frecuencia y urgencia de ir al baño.
- Opciones que contribuyen a incrementar la capacidad de la vejiga para retener orina.
- Tratamientos dirigidos específicamente a hombres, que ayudan a reducir la tensión en los músculos del cuello de la vejiga y la próstata para mejorar el control urinario.
- Terapias tópicas de apoyo, especialmente en mujeres, que pueden ayudar a tonificar y rejuvenecer los tejidos de la uretra y la zona vaginal.
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Cirugías
- Inyección de material de relleno: Se inyecta un material sintético en el tejido que rodea la uretra para mantener la uretra cerrada. Habitualmente, este procedimiento debe repetirse periódicamente.
- Inyección en el músculo de la vejiga: Pueden resultar beneficiosas para las personas que tienen vejiga hiperactiva.
- Estimulador nervioso: se implanta un dispositivo pequeño, similar a un marcapasos debajo de la piel , este emite impulsos eléctricos a los nervios que participan en el control de la vejiga
- Procedimientos con cabestrillo: se utilizan material sintético o una malla que permite mantener la uretra cerrada. .
- Cirugía de prolapso o de suspensión del cuello de la vejiga.
- Esfínter urinario artificial: se utiliza en los hombres, se implanta un pequeño anillo lleno de líquido alrededor del cuello de la vejiga para mantener cerrado el esfínter urinario hasta estar listo para orinar.
Ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos del suelo pélvico.
El Urólogo puede sugerir que hagas estos ejercicios con frecuencia durante el día para fortalecer los músculos que ayudan a controlar la micción. Es probable, que el Urólogo sugiera que trabajes con un/a fisioterapeuta para ayudar a identificar y contraer los músculos correctos.
EMSELLA
Es un procedimiento, no invasivo durante el cual los pacientes permanecen completamente vestidos y sentados en el sillón EMSELLA. Una sesión con este equipo brinda miles de contracciones como las de los ejercicios de Kegel.
El tratamiento ayuda a los pacientes a retomar el control sobre su vejiga, los músculos del suelo pélvico y a eliminar la incontinencia urinaria. Ya que este, es el único procedimiento que se centra en los músculos del suelo pélvico y mediante la tecnología HIFEM®* causa una profunda estimulación en la zona del suelo de la pelvis.