The enlarged prostate, o prostatitis, es una condición común que puede afectar significativamente la calidad de vida de los hombres. Esta glándula, del tamaño de una nuez, se encuentra debajo de la vejiga y forma parte fundamental del sistema reproductor masculino al producir el líquido que compone el semen. A partir de los 35 o 40 años, es habitual que la próstata comience a aumentar de tamaño, un proceso que muchas veces pasa desapercibido pero que puede derivar en distintas afecciones como inflamación, infecciones o incluso cáncer.
¿Por qué se inflama la próstata?
Según el Dr. Maximiliano López Silva, especialista en urología y terapias mínimamente invasivas, la inflamación de la próstata suele estar relacionada con cambios hormonales propios del envejecimiento. Esta condición, conocida médicamente como hiperplasia prostática benigna, se manifiesta cada vez más temprano, incluso en hombres menores de 50 años. La prostatitis, que puede confundirse con esta afección, es más frecuente en hombres jóvenes y a menudo no presenta síntomas notorios, lo que dificulta su detección temprana.
Síntomas de la próstata inflamada
Los principales signos que podrían indicar una próstata inflamada incluyen:
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Dificultad o ardor al orinar
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Necesidad de orinar con frecuencia, especialmente durante la noche
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Dolor en la región pélvica
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Molestias al eyacular
Ante la aparición de estos síntomas, es fundamental acudir a un urólogo para un diagnóstico certero. A partir de los 50 años, se recomienda realizar controles prostáticos regulares, especialmente si existen antecedentes familiares de cáncer de próstata.
Tratamientos y cuidados recomendados
El tratamiento para la inflamación prostática varía según la causa y el grado de la afección. En muchos casos, se indican medicamentos antiinflamatorios que tienen una buena tolerancia y eficacia. En situaciones más severas, puede considerarse la cirugía o la radioterapia. Aunque algunos remedios caseros como baños tibios pueden aliviar temporalmente las molestias, no existe evidencia científica de que sean curativos.
Cambios en la dieta y estilo de vida
Aunque no hay una dieta específica para desinflamar la próstata, se sabe que ciertos alimentos pueden irritarla. Es aconsejable evitar el alcohol, café, gaseosas y comidas muy picantes. Además, adoptar hábitos alimenticios saludables, como aumentar el consumo de frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables (como aceite de oliva y frutos secos), puede contribuir al bienestar general de la próstata a largo plazo.
Consultar con un especialista como el Dr. López Silva es clave para recibir un tratamiento adecuado y evitar complicaciones a futuro.
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